domingo, 29 de septiembre de 2013

Prometo

Prometo no dejarme engañar por las florecitas abiertas en tu balcón nunca más, y no sentirme desgarrada por mi necesidad de ser buena niña, de estar llena de sentimientos puros y de eructar arcoiris.

Prometo dejar abiertas las puertas por las que salen los perros enfurecidos a desgarrar pantorrillas indefensas por las noches. Prometo pintarme de nuevo los ojos de negro, y encasquetarme  la falda de loba. Prometo que no me dejaré engañar más por la idea de que soy sólo una, grande, libre y plena.

Las hormigas me corren bajo la piel como si se hubieran despertado todos los sentimientos reprimidos, y aparto con un movimiento involuntario de la cabeza el recuerdo de lo mala puta que puedo ser cuando me descuido.


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