martes, 27 de agosto de 2013

De todos los que empezamos

Hablando de cuando se vencen vergüenzas y se abren las compuertas. De como una tarde, paseando quizá frente al río, escuchabas una voz interior que no sabías si quiera que tenías. Y la seguías. De todos los que empezamos, en comandita, alejados pero unidos, sólo quedamos tú y yo. Separados por dos líneas, atrapados por la misma compulsión de mostrar y ser. De todos los que empezamos, todos se han ido desviando de la senda que un día se marcaron. Para ellos, esto no era más que un juego, un juego entre el transcurrir de los días, las facturas que te encuentras, sin solución de continuidad, en el buzón, las cervezas con los amigos, ir a trabajar todos los días.

Quizá un día se sentaron a escribir, como hacemos tú y yo, y no encontraron nada más que decir. Quizá un día se sentaron a escribir, y decidieron que lo que tenían que contar era demasiado importante para hacerlo así sin más. Las ambiciones, los sueños apagados y muertos, creerse mayores por no saber cómo llegar.

De todos los que empezamos, incluso ahora que ya no sabemos cómo avanzar, los que seguimos sintiendo la pulsión somos tú y yo.

 

3 comentarios:

  1. Algunos nos fuimos como hedonistas a perseguir los placeres y descuidamos nuestras costumbres. Y ahora hemos vuelto.

    Besos.

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  2. ¡Un desaparecido que reaparece!
    Qué placer tan hedonista. Bienvenido.

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  3. Encantado de reaparecer y reencontrarme con sitios como el tuyo.

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