Son las 2 de la mañana y una bruja llama a la ventana. No a la de cristal de la fachada no, a la de cristal líquido: Toc, toc. Es estupendo, ninguna petición extraña, sólo un dato del que no tengo ni puta idea. Pero no importa, porque soy capaz de encontrar cualquier información, en cualquier parte. Los datos son amigos para mi, es lo que mejor sé hacer.
En 5 minutos he encontrado lo que se requería y la Música Poética de Carl Orff suena en la noche oscura y silenciosa de Pequeño Barrio Obrero, ahora casi perfecto, el cielo negro, las fachadas llenas de ventanas, entornadas. Si se quedara para siempre así, podría parecer hasta un lugar donde vivir. Un lugar donde vivir y perder para siempre la sensación de no ser de aquí.
No son horas, cuenco...
ResponderEliminarNo lo son, no, Primavera.
ResponderEliminarY el sonido no se rompe sino que se acompaña con la música del empleado municipal regando y regando y regando las calles.
ResponderEliminarEsun lugar donde vivir y para vivir. siempre que no amanezca.