domingo, 12 de junio de 2011

Crash Test Dummy

  First.


En los veranos hay demasiada luz. Luego intento recordar las imágenes en mi mente y lo que veo es luz, y un emburruñamiento de mis propios párpados sobre el mundo luminoso y hastiado. Voy en el coche, de copiloto, de camino a mi examen de conducir vistiendo un vestido campesino negro de florecitas  y él me está diciendo, con su delicioso acento borgonés, que mira que bien te queda, deberías vestir así más. Echo la mirada hacia mi regazo y lo único que veo son dos tetas como dos carretas, que se asoman peligrosamente por ese escote de tabernera medieval. Tetas=Guapa. Gracias. Y eso me lo dice un francés marica, encuerado en Marithé et Francois Girbaud en pleno julio. Preciosa lección.

Vuelvo de mi examen en la ciudad, temblorosa y sudorosa, al refugio bajo los pinos y las enredaderas y me meto en la cocina, mi lugar sagrado. En seguida los pucheros borbotean y la tabla pesada de cortar parece un accidente de los Frutis, naranja, amarillo y morado; cebolletas de verano, pimientos enseñando las entrañas por la paz. Me he quitado el vestido. Los árboles susurran cosas que sólo los árboles pueden entender, bajo la calima y el estío. Abro la puerta de la cocina y me siento en el primer escalón a fumar un cigarrillo, oyendo a los perros chapotear en la piscina y  mirando como una ardilla me mira mirarla, un fogonazo pelirrojo entre la hierba alta  y los tréboles floridos, cargados de babosas gordas y de piñones caídos.

Y esta entrada no lleva más lejos, se queda ahí. Con una Maeve sintiendo la brisa fresca en los brazos desnudos y que medita sobre que la lucha por superar lo que vemos que los demás han hecho con lo conseguido, y no nos gusta, no puede llevar a pérdida ninguna, excepto a la mejora. A avanzar. El cigarrillo se consume entre mis dedos y el sol, de repente, aparece entre las ramas de un pino que se mueven. El mundo no es más que un borrón de párpados entrecerrados y humo de rubio americano.


4 comentarios:

  1. ¿Demasiada luz en verano? Nunca tengo suficiente. Luces, olores y sonidos. Has llenado el relato con ellos. Los estoy sintiendo, entrecerrando los párpados.

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