jueves, 28 de abril de 2011

I'm the Ocean

   Play, play, play, play, play, play...

Me basta abrir un ojo, por la mañana, y un chequeo rápido a las constantes vitales, para saber el día de mierda que voy a tener. O que no voy (a tener). Un día que se acaba antes de empezar. Pero relax, ¿eh?: Que el mundo va a seguir girando y yo con él. Faltaría más. Soy un bicho responsable y extremadamente disciplinado. 



Llevo dos meses vestida con ropa de chico. Señor, si hasta llevo calzoncillos, muy monos, por cierto. Porque me reconforta. No parece que al género masculino le importe mucho el cambio, de hecho podría vestirme con un saco de arpillera que el resultado en la líbido general sería el mismo. Son inmunes al desaliento. Tengo el pelo sucio y me da igual, pero me cepillo los dientes tres veces al día. Entre otras cosas porque me duelen. 


Tengo la inmonuglobulina Ig G total por los suelos. Como mi moral, más o menos. ¿ A qué impresiona?  Lo más gracioso es que  mi médico no parece darle demasiada importancia, capullo integral. Me gustaría verle a él arrastrar su cuerpo como arrastro yo el mío. Literal. Luego, me gustaría que pariera un televisor por el culo. Literal también. Y yo verlo. No es que esto tenga mucho que ver con mis males, pero me gustaría igualmente. Eso también sería reconfortante.



No hago más que escuchar I got id ( esto es un enlace, lumbreras). No porque me sienta identificada con la letra, sino porque me parece un música deprimente. La escucho, la toco, la toco, la escucho. He sido desterrada a la cocina, por perros y marido. No importa, la cocina tiene mejor acústica. Ahora bien, si queréis comer, escucháis I got id. Y os jodéis.



Me mira con aires de superioridad ( tal y como suele) y me dice, con ese deje incomprensible de hermana mayor que tiene, que cualquiera diría que me estoy muriendo. Y yo pienso: Como todo el mundo. Como tú. La diferencia es que tú no te enteras y a mi me duele. Puta. Tiene 8 años menos que yo. Le estoy perdiendo el respeto a toda la gente que conozco. Esto también me da igual. También está bien. También es reconfortante. Como que me importaría mucho morirme ahora mismo. Se lo digo a Macizo, joder, lo que me molesta es que morirse sea un proceso tan jodidamente laaaaaargoooo. Se descojona. Normal. Es para descojonarse. Luego me da la razón. Luego me hace patatas fritas. Le digo que nunca he probado a follar y comer patatas fritas al mismo tiempo. Me propongo que sea la próxima meta para el resto de mi vida y me parece tan adecuada como limpiar los azulejos del baño, que ya va siendo hora, o ir a clases de Francés. Hagas lo que hagas llegará, después, la primavera. 




Una vez fui a clases de Francés y la profesora se indignó mucho conmigo: " ¡ Pero si usted ya sabe francés!" Me quedé mirándola como si fuera tonta. Bueno, era parisina, que viene siendo sinónimo. "Sí señora, ya sé francés, lo que quiero es acordarme de como sé francés" No, para eso no tenían clases. Mira por donde, me acordaba de un par de viejos y efectivos improperios en francés. Salope. Ya sé hablar francés otra vez (?)




Si hubiera tenido hijos, ¿ cuál hubiera sido su segundo apellido?  Me hubiera presentado ante el juez y le habría dicho: Mis hijos no tendrán segundo apellido. El nudo de las mentiras se acaba aquí. 




No estoy deprimida para nada. Me río mucho. Luego, me enfado mucho. Luego, me quiero rapar la cabeza. Luego se me pasa.  Luego pienso en matar a un par de médicos que conozco. Luego, la gente con la que trabajo de voluntaria me dicen que ayudo mucho con mi experiencia. A mi me da por pensar que se me ocurren experiencias mejores que tener, que compartir y con las que ayudar. O igual no, no serían experiencias para compartir ni con las que ayudar, pero serían mías, las habría decidido yo. Por una vez.  




Esta puta enfermedad me lo está robando todo. 






8 comentarios:

  1. Un beso. En la mejilla. Uno sólo.

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  2. Bueno, tranquila. Aún no has llegado a la fase de tocar Jesus doesn't want me for a sunbeam encerrada en el baño. Te advierto que se toca mejor sin lavarse el pelo.

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  3. Resumo: muelte pa´tós. Puedes incluirme (sólo un ratito, por favor).
    Los médicos son los mentirosos más grandes del universo.

    Me gustaría elegir cómo morirme y con quién morirme. No sé si es posible. Porque se puede soportar la vida y a sus habitantes pero morirse es algo tan íntimo que resulta pornográfico que no se pueda elegir.

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  4. No Surrender:
    Tremendo. Espero no caer en tal desatino.

    Ahora bien, me he lavado el pelo y, es cierto, sueno más peor.

    Un beso :)

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  5. Izan, me notaba yo algo raro. Ahora lo entiendo. Un beso tuyo, OMG!

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  6. wizzi, no sé. Creo que lo pornográfico es vivir así, a la vista de todos, y que seamos incapaces de vernos los unos a los otros. La muerte es definitiva y, por lo tanto, carece de importancia.


    La impotencia y el dolor son términos que tienen mucho más peso.

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