miércoles, 5 de enero de 2011

El fantasma de las Navidades futuras

 

Los blogueros sufrimos, con frecuencia regular el Síndrome de Cierrabloguitisapagayvámonos. Yo lo sufro, es cierto. Hace relativamente poco he tenido un brote singular. Una de las cosas que más me llama la atención del espíritu humano es como nos vemos ( en plural, como especie)  atraídos por las cosas que nos desagradan, tanto o aún más que por aquellas que nos complacen. He visto el fenómeno en blogs más fecuentados que el mío, en varias ocasiones: Aparece un comentarista o un trol que, poco a poco, va minando las fuerzas del bloguero hasta que, por pura insistencia, consigue que el blog desaparezca. Es lo que hay.

Creo que antaño, del verbo antañar osease, añejar, la imaginación era en la tribu el bien más apreciado. El que sobrevivía a la infancia manteniendo pura su imaginación y su fantasía era considerado el chamán o, al menos, el orate y, como tal, respetado. Era la fantasía  la que mantenía al pueblo en contacto con la divinidad y con los dioses y aquel capaz de inventar e imaginar, era la única vía de comunicación con ellos.

Los escritores no son más que aquellos que son capaces de liberarse de las ataduras de la edad adulta y consiguen compartir con los demás ( los pudorosos) sus fantasías; mezcla de vivencias e imaginación calenturienta. A los lectores les gusta considerar los libros como ocurridos personales del que las escribe, incluso en el caso de que esto sea, sencillamente, imposible. 

Porque vivimos en un mundo en que la fantasía se guarda bajo 4 llaves y se considera el secreto más vergonzoso. Será más fácil que te encuentres a un desconocido contándote sus actos más bajos por Facebook, que conseguir que  confiese la imagen con la que se masturba. La imaginación es la vergüenza de la sociedad en que vivimos, el anatema, el tabú supremo y quien comparte sus fantasías alguien a quien observar, desde la sombra, con morbo y pudor, como se observa al exhibicionista onanista desde lejos. Muy lejos.

Curiosamente toleraremos y aceptaremos las fantasías de quien no conocemos de nada, pero nos cuesta tolerar la imaginación de a quien conocemos. Parece que las personas cercanas no pudieran fantasear con nada, ni, menos aún, tuvieran derecho alguno a compartir lo que se las ocurre. Raros seres humanos.

Ni me molesto en hilar esto con nada de lo que estoy contando. Es un año nuevo, enterito a estrenar. Esta es mi casa así que, bienvenidos a esta mi casa, una año más. 

He dejado la Coca- Cola: Me duele la cabeza y los huesos y tengo ansiedad. Ey, la chispa de la vida. Veremos lo que pasa, lo vemos.
Nos pasa. 
Como si la vida fuera la CNN Plus.

Don't let the days go by





6 comentarios:

  1. Yo he pasado por el momento cierro esto un par de veces y en vez de cerrar abría otro, que terminaba muriendo.

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  2. Gracias por aguantar Mae, cada vez hay más trols sueltos y menos gente interesante con algo digno que contar.
    Bss y canciones llenas de imaginación.

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  3. Blog A
    Claro, es que el problema es ese, si cierras el blog, tienes que abrir otro inmediatamente; no hay manera de parar el río de palabros que nos salen de los dedos. Lo que ocurre es que, con el tiempo y mal que nos pese, el blog se convierte en parte de nuestra casa. Con todos sus visitantes.

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  4. Hedonista
    Besos y canciones llenas de imaginación, para ti también :)

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  5. Yo a veces me voy, vengo, me voy, me vuelvo a ir, q rico cuando una se va a veces ¿verdad? ;P
    yo suelo decir: "cariño, sí...si, así, uhm me voy..." jeje

    Falaz año querida q este 2011 le traiga muchos polvos para su cuenco :P

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  6. Gata
    Jajajaja...vale. Falaz para ti también, guapa ;)

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